Tipos de poder I. Poder externo

Poder Externo


El poder externo se tiene sobre las cosas y las personas, NO sobre la propia vida;  es el que tendemos a considerar como Poder ya que es el poder que goza de visibilidad. Es el que tienen los políticos, los hombres de negocios, los deportistas o los artistas. Tiene su origen en la repercusión de lo que hacemos, en la fama y el reconocimiento por nuestras actividades. No se detenta debido a quienes somos sino al rol que desempeñamos. De él suelen derivarse reconocimiento, dinero, fama, envidia… Va de fuera hacia dentro, de los demás hacia nosotros. Como ejemplos de este poder, Maradona en sus momentos de gloria, Botín, Trump…


En general, cuando no va acompañado de poder interno, es un tipo de poder que genera en quien lo detenta un enorme miedo. Puesto que está basado en la repercusión que tenemos en las personas, en cualquier momento podría desaparecer; de ahí el miedo y la inseguridad, ese miedo paranoico que puede verse en tantos dictadores, de Stalin a Pol Pot, esa inseguridad de los artistas o los deportistas que cuando llegan a la cumbre no pueden sino descender.



Suele ser un poder que se da en un área de la vida dejando desatendidas el resto: el poderoso externo triunfa en un campo y, puesto que triunfa, incrementa la energía que dedica a esa área para poder seguir haciéndolo, lo que hace que las otras áreas en su vida no cuenten con la energía necesaria para desarrollarse y generar bienestar y satisfacción. Es un poder al que debe sacrificársele todo y que devora poco a poco gran parte de la vida de quien lo posee.

¿Eso quiere decir que todo poder externo es perverso de por sí? No, quiere decir que si no está sólidamente anclado al poder interno, es incapaz de reportar auténtica satisfacción. El Poder se convierte en el objetivo a perseguir en lugar de ser el producto obtenido al perseguir el objetivo. Steve Jobs alcanzó un enorme éxito y poder ¿persiguiendo el poder? Persiguiendo construir algo que mejorase la realidad.



No son incompatibles el poder externo y el interno, pero hace falta un alma grande para conjugarlos ambos.

¿En qué se diferencian las almas pequeñas de las almas grandes? 

Las almas pequeñas quieren el poder por el poder, por la fama o el reconocimiento, quieren poder para sí mismos. Creen que de ese modo disfrutarán de una buena vida, que cuanta más gente les admire, les envidie, les conozca, les tema o les adule, más cerca estarán de esa felicidad que anhelan. Pero al no saber hacia dónde se dirigen, acaban perdiendo de vista lo importante,  aquello para lo que vinimos al mundo, las actividades que dan sentido a nuestra vida y nos convierten en personas: amar, aprender, crear, crecer, compartir  y contribuir, cuidarnos y cuidar de otros, disfrutar.

Las almas grandes quieren mejorarse mejorando el mundo. No quieren parecer estupend@s, quieren ser estupend@s. No quieren contar con la admiración de la gente sino sentirse orgullos@s de sí mism@s. Este es el poder interno, ése que estamos llamados a detentar, ése que todos debemos perseguir si deseamos felicidad en nuestras vidas.  De él hablaremos en el siguiente post.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo que elegimos ser

Retos para la Plenitud. Tercer Reto. Caminar

Retos para la plenitud. Primer reto: la droga de la vida. Primer apoyo